El ultimo capítulo, que terminó de grabarse a finales de agosto, es un compendio de los elementos que han hecho de “El internado” una de las grandes series de la historia reciente de la televisión. El espectador vivirá un carrusel de tensiones, emociones, sonrisas y lágrimas ante el final de una historia que arrancó con el relajado retorno de los alumnos a un inquietante internado tras sus vacaciones escolares, en el capítulo 1, y que terminará, 70 capítulos después, con el intento desesperado de huir de una muerte segura.
Tensión creciente, ritmo trepidante, emotivos reencuentros y una muerte que será muy llorada (y probablemente protestada) y que quedará grabada en la memoria de todos los espectadores, configuran el esqueleto de un capítulo con el que los guionistas cierran definitivamente, sin flecos significativos, la trama de misterio, suspense y amor que ha armado la serie en estas siete temporadas.
Desde el campamento militar han podido ver el haz de luz que ha salido del colegio. Está claro que Amaia no cumplió con su misión de matar a Max o la llevó a cabo demasiado tarde. En cualquier caso, parece que la máquina funciona y, si realmente es así, los planes de Ottox acaban de venirse abajo.
Tensión creciente, ritmo trepidante, emotivos reencuentros y una muerte que será muy llorada (y probablemente protestada) y que quedará grabada en la memoria de todos los espectadores, configuran el esqueleto de un capítulo con el que los guionistas cierran definitivamente, sin flecos significativos, la trama de misterio, suspense y amor que ha armado la serie en estas siete temporadas.
Los militares deciden gasear a los habitantes del colegio en el desenlace final
07 15 24 35 44 57. Ésos son los números que hacen funcionar la máquina, los números que Max dio a Iván en el sueño y pueden salvarle la vida. Si eso no funciona ya todo estará perdido porque Max ha muerto a manos de Amaia, la última infiltrada de Ottox dentro del colegio. ¿Habrá sobrevivido Iván?Desde el campamento militar han podido ver el haz de luz que ha salido del colegio. Está claro que Amaia no cumplió con su misión de matar a Max o la llevó a cabo demasiado tarde. En cualquier caso, parece que la máquina funciona y, si realmente es así, los planes de Ottox acaban de venirse abajo.